Christopher Hitchens y Richard Dawkins consideran que el Pontífice no está por encima de la ley.
Benedicto XVI puso el tema de la pederastia de primero en su agenda.
Los científicos británicos Richard Dawkins y Christopher Hitchens han puesto en marcha una campaña en favor de la detención del papa Benedicto XVI por los escándalos de pederastia en el clero, cuando visite el Reino Unido en septiembre próximo.
El abogado de los científicos, Mark Stephens, declaró a los medios que se dirigirá a los tribunales británicos y a la Corte Penal Internacional (CPI) para que emitan órdenes de arresto contra el Pontífice porque “no está por encima de la ley”.
Stephens argumentó que Benedicto XVI “no es un jefe de Estado, ni un soberano”, ya que El Vaticano fue declarado Estado por decisión del dictador italiano Benito Mussolini, lo que no tiene un reconocimiento en el marco de la ley internacional. Por lo tanto, no debería tener inmunidad en suelo británico, frente a lo que el letrado tachó de connivencia con los abusos sexuales cometidos contra menores por parte del clero.
Stephens, que ha representado a víctimas de abuso en el pasado, dijo que “todo apunta a que el Papa dio prioridad a la reputación de la Iglesia por delante del bienestar de los niños” y explicó que podría ser acusado de crímenes contra la humanidad.
Dawkins, que se declara ateo, declaró al periódico “Sunday Times” que el Papa “es un hombre cuyo primer instinto cuando sus curas fueron descubiertos con los pantalones abaja fue tapar el escándalo y condenar al silencio a las jóvenes víctimas”.
Hitchens, autor del libro “Dios no es grande: cómo la religión lo envenena todo”, manifestó por su parte que Benedicto XVI “no está por encima ni por fuera de la ley” y explicó que “la ocultación institucional de la violación infantil es un crimen bajo cualquier ley (...) que merece justicia y castigo”.
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