miércoles, 5 de marzo de 2014

Acuerdos Corruptos entre la Iglesia Catolica y el Gobierno en Peru


PERU - El ingreso del catolicismo al Perú se remonta a la invasión de los españoles en 1532, fecha en la cual el cura Vicente Valverde causa la primera matanza de peruanos en Cajamarca con el grito de guerra “a ellos, yo los absuelvo”. De allí hacia adelante la cruz y la espada marcharon juntos para destruir el sistema solidario y colectivista de los incas. Los católicos mataban a cualquiera que se oponía a esta religión corrupta. Práctica que debe considerársela como solidaridad o idiosincrasia de los pueblos del Perú y la América.
En tres siglos de dominio hispano permitieron a la curia desarrollar persecuciones sangrientas a los peruanos que no se sometían o se revelaban contra la imposición de la religión católica. Tal avidez al dolor y la sangre tuvieron los clérigos para someter a los peruanos a sus creencias, que en 1548 (al margen de España) crearon la Inquisición Episcopal bajo la dirección del arzobispo católico de Lima, Jerónimo Loayza, quien con el pretexto de Autos de fé quemo vivo a Juan Milla. El ajusticiamiento no era para imponer su religión, la “pureza y la fe”, en lo fundamental fue para apropiarse de los bienes de las personas que caían bajo su férula. Recién el 9 de enero de 1569 se funda en España el Tribunal de la Santa Inquisición, instrumento por el cual los obispos católicos daban rienda suelta a sus bajas pasiones torturando, ahorcando y quemando a personas que ellos sindicaban a través de “testigos” que manipulaban a su antojo. 32 fueron quemados vivos en hogueras, lo que no se sabe exactamente es a cuantos torturaron, ahorcaron o quemaron en los trescientos años que duró el Tribunal de la Santa Inquisición hasta su abolición en 1822. Lo que sí está registrado por las riquezas que ostentan y manejan, que fue una época de apropiación sangrienta, de terror, de dolor y sometimiento a la militancia católica.

En quinientos años de vida, el catolicismo en el Perú acumulo tal poder y fortuna que en la actualidad hace temblar a todos los poderes del Estado. Los miembros del Ejecutivo, Legislativo y Judicial se someten permanentemente a ritos programados por esta confesión. Es bastante penoso ver como presidentes, parlamentarios y jueces practican el fetichismo. Todos ellos, por miedo más que por fé, cargan presurosos pesadas andas de imágenes implorando tal vez su perdón por las tropelías que cometen en los cargos que desempeñan.
Lo grave y perjudicial para el desarrollo social y el pueblo peruano es que los gobiernos mantienen y exoneran de tributos a la religión católica. No obstante que en casi la totalidad de países desarrollados el Estado ha morigerado estos gastos y en buena parte se han librado de la carga monetaria que significaba mantener estas organizaciones parasitarias. En Estados Unidos, México, Canadá, Cuba, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, Jamaica y otros países se libraron hace tiempo de esa carga, mientras en países más atrasados siguen manteniendo el parasitismo clerical, prácticamente son “funcionarios” del Estado y ganan sin trabajar para él.


En el Perú el parasitismo clerical se debe al CONCORDATO PERÚ VATICANO firmado entre gallos y medianoche por Francisco Morales Bermúdez violando el Art. 234 de la constitución vigente (1933). Sabiendo los militares que era sucio y violatorio no lo publicaron. ¿Qué perjudicial es el Concordato para el pueblo? Algunos comentarios calculan que el gobierno gasta 2 mil millones de dólares del presupuesto en cubrir los sueldos y gastos de la iglesia católica. Exactamente no se saben a cuánto ascienden las planillas.

En el año 2002 el periódico MAYORIA publicó el CONCORDATO PERU-VATICANO del cual se puede extractar lo siguiente:
– El gobierno peruano se compromete a pagar sueldos, pensiones y jubilaciones todos los meses a través del Ministerio de Justicia.

Todo el personal que trabaja para la iglesia pasa por planilla.
– Se subvencionará a la jerarquía eclesiástica y a su personal civil en sus gastos a través de una planilla del Ministerio de Justicia.

El cardenal, arzobispos y obispos tienen trato preferencial.
– Se subvencionara todo el gasto que ocasionen las diócesis, arquidiócesis, prelaturas, seminarios, conferencias, etc.

Todo evento distrital, regional o nacional la paga el gobierno.
-El gobierno a través de sus organismos financiaran la construcción de iglesias, centros de educación, etc. en todo el país.

El gobierno financia todos los centros de bien social que programe o maneje la iglesia (clínicas, hospitales, centros de cuidados, etc.)
– El gobierno exime de todo tributo a la iglesia católica, no pagan IGV, impuestos prediales, impuesto a la renta, impuesto selectivo al consumo, no pagan ningún impuesto.


Desde hace 29 años y mas no pagan un solo impuesto
Podríamos ocuparnos 3 o 4 páginas escribiendo sobre las gollerías que goza la iglesia católica pero nos basta con lo expuesto para señalar que estamos ante un hueco negro que consume pero no produce.
Desde hace 29 años los gobiernos pagan puntualmente estas planillas y no cobran impuestos. Si no fueran 2 mil millones, solo mil millones de dólares que gasta el gobierno en mantener la religión católica, en 29 años tendríamos 29 mil millones de dólares que se habrían invertido en el Perú para:
- El sistema de vías de comunicación más moderno del mundo
Trenes bala y autopistas de 6 carriles comunicarían el Perú.


- Se hubiera construido todas las represas que necesita el país.
Se hubieran duplicado las tierras de cultivo


- Se hubieran construido todas las hidroeléctricas que faltan.
Tendríamos energía eléctrica para iluminar Latinoamérica


- La educación en el país sería óptima y de renombre mundial.
No habría analfabetismo, ciencia y tecnología desarrollada.


- La salud hubiera sido de calidad y cubierto a todos los peruanos.
Se hubiera incrementado la salud y la vida en forma notable


- La producción agraria se hubiera duplicado por lo menos.
La agricultura y la piscicultura hubieran mejorado notablemente.


- La pobreza se hubiera erradicado del país.
Con la modernización de la infraestructura económica la pobreza y la desocupación hubieran desaparecido.


29 mil millones de dólares significan mucho dinero que ha privado al pueblo de mejorar su nivel de vida.
Lo más grave y perjudicial para el país con la famosa LEY DE IGUALDAD Y LIBERTAD RELIGIOSA aprobada por la Comisión de Constitución del Congreso, se pretende mantener ya no solo a la religión católica sino también a todas las confesiones religiosas que hay en el país. En eso consiste la IGUALDAD RELIGIOSA que expresa la ley de marras. El gasto para mantener todas las religiones subirá por lo menos en un 50% perjudicando nuevamente al pueblo. No estamos en contra de las ideologías o creencias, son libres los peruanos de creer en lo que les de su santa gana, pero de ninguna manera el dinero que aportan debe servir para mantener individuos ajenos al desarrollo social del país.
Legislar de esa manera es absurdo, ilegal, descarado, no existe razón alguna para su aprobación. La Ley de igualdad y libertad religiosa soterradamente pretende dar base jurídica para legalizar el Concordato. Están advertidos, de hacerlo, el pueblo estará obligado a borrarla de la legislación peruana. Más aún, aprobar una ley de ese tipo, en un tiempo donde la tecnología puede hacer un hombre de un pelo es financiar entidades dedicadas al obscurantismo. Asimismo, el Congreso de la República debe anular el CONCORDATO PERU-VATICANO por ilegal, por anticonstitucional, por ser producto de un golpe militar y porque el Vaticano es un estado independiente, y  de ninguna manera se debe financiar personal de otro estado, menos sus actividades y obras que estén bajo dominio del Vaticano o sus representantes. 


Fuente : http://crimenesdelvaticanoenperu.blogspot.com/2011/08/acuerdos-corruptos-entre-la-iglesia.html

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