Ulises Mendoza Espino - Secretario General ACAL PERU.
Tal
como señala el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos,
todo individuo tiene derecho a investigar y recibir informaciones y opiniones y
a difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Los
ciudadanos ejercen este derecho cuando acceden a la información en formato
digital, por lo que la veracidad y la integridad del patrimonio documental y de
los sistemas de conservación resultan indispensables para garantizar este derecho.
La
digitalización permite proteger valiosos documentos de la manipulación y el
deterioro. En lo que respecta al material audiovisual, es la única manera de
asegurar su supervivencia.
OPINION
Actualmente,
se crean muchos objetos en formato digital pero no se piensa en las formas de
asegurar su accesibilidad y conservación de manera fiable, auténtica y veraz
con el paso del tiempo y de los desarrollos tecnológicos. Esto se aplica
también a los materiales analógicos que se convierten al formato digital.
Una
comprensión más profunda del entorno digital es fundamental para delinear
modelos de conservación que respeten los principios legales fundamentales
inscritos en los marcos regulatorios institucionales y que también sean capaces
de alcanzar un equilibrio entre acceso y privacidad, derecho a la información y
derechos económicos, respeto de la propiedad y control del patrimonio cultural
local y sus tradiciones en formato digital.
La
conservación digital debe ser una prioridad de desarrollo y es indispensable
invertir en infraestructura para garantizar la fiabilidad de los registros
digitales así como su accesibilidad a largo plazo.
La
educación y los programas de formación deben ser desarrollados para dotar a los
profesionales de la información de la capacidad para implementar prácticas
adaptadas a las necesidades de los gobiernos y los ciudadanos.
ARGUMENTACION
Es
imprescindible establecer una hoja de ruta que proponga soluciones, acuerdos y
Políticas
para asegurar una accesibilidad y una salvaguardia dignas de confianza. Este
plan
debe respetar enteramente los derechos humanos y adaptarse a las prioridades
nacionales
e internacionales, que incluyen el derecho a la información, la transparencia
de esta y de la gobernanza, así como el gobierno electrónico.
CONCLUSION: “la ignorancia, la negligencia o el
desprecio de los derechos humanos son las causas de calamidades publicas y la
corrupción de los gobiernos y de los dirigentes públicos”.
Teniendo
en cuenta los desafíos presentes y futuros, se proponen las siguientes
recomendaciones:
a.
Desempeñar el papel de promotor activo en la puesta en marcha de esquemas y
prácticas de conservación digital, mediante el fomento de esta tarea en todas
las formas apropiadas, entre las cuales la colaboración con otras agencias de
las Naciones Unidas, fondos y programas;
b.
Apoyar activamente la labor de la comunidad internacional que integran las
bibliotecas, los archivos y los museos a fin de establecer un marco legal
internacional de excepciones y limitaciones de la propiedad intelectual que
garantice la conservación y accesibilidad del patrimonio cultural digitalizado,
así como la colección y el acceso a ese patrimonio de un modo culturalmente
apropiado;
c.
Colaborar con asociaciones profesionales y otros órganos internacionales para
elaborar planes de estudio de conservación digital e implementar programas de
capacitación y propuestas educativas mundiales que refuercen las capacidades de
gestión de la información digital por parte del personal de bibliotecas,
archivos y museos;
d.
Crear un foro con todas las partes interesadas con el fin de discutir sobre la
estandarización
de las prácticas de digitalización y salvaguardia y llevar registros en
formato
digital;
e. En
cooperación con asociaciones profesionales internacionales y equipos de
investigación,
plantear y publicar pautas, políticas y maneras de proceder así como
modelos
de buenas prácticas en el ámbito de la digitalización y la salvaguardia
digital;
f.
Promover la idea de que una buena gestión de la información digital digna de
confianza es indispensable para un desarrollo sostenible y elaborar y poner en
práctica una “agenda digital” bajo los auspicios del Programa Memoria del
Mundo, a fin de incitar a las distintas partes interesadas, en particular a los
gobiernos y profesionales de la industria, a invertir en infraestructura
digital fiable y salvaguardia digital;
g.
Crear un programa de digitalización de emergencia destinado a preservar las
colecciones documentales amenazadas por desastres naturales o conflictos
armados, así como un programa para rescatar el patrimonio analógico y digital
en riesgo de volverse inaccesible, o que ya lo es, debido al software o a los
equipos obsoletos;
h. Fomentar el compromiso de los
profesionales del patrimonio cultural que tienen
conocimientos sobre conceptos de informática
forense, métodos y herramientas para
garantizar la obtención y conservación de
información auténtica, contextualizada y
relevante, así como el acceso a ella.
BIBLIOGRAFÍA:
-
Declaración
de Vancouver - La Memoria del Mundo en la era digital:
Digitalización y preservación.
-
“Derechos
Humanos en la Era Digital” - Nathalie
Espitia, Fundación Karisma
-
Declaración
Universal de Derechos Humanos.
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