martes, 10 de junio de 2014

DERECHOS HUMANOS EN LA ERA DIGITAL



Ulises Mendoza Espino - Secretario General ACAL PERU.

Tal como señala el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, todo individuo tiene derecho a investigar y recibir informaciones y opiniones y a difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Los ciudadanos ejercen este derecho cuando acceden a la información en formato digital, por lo que la veracidad y la integridad del patrimonio documental y de los sistemas de conservación resultan indispensables para garantizar este derecho. 
La digitalización permite proteger valiosos documentos de la manipulación y el deterioro. En lo que respecta al material audiovisual, es la única manera de asegurar su supervivencia.
OPINION
Actualmente, se crean muchos objetos en formato digital pero no se piensa en las formas de asegurar su accesibilidad y conservación de manera fiable, auténtica y veraz con el paso del tiempo y de los desarrollos tecnológicos. Esto se aplica también a los materiales analógicos que se convierten al formato digital. 
Una comprensión más profunda del entorno digital es fundamental para delinear modelos de conservación que respeten los principios legales fundamentales inscritos en los marcos regulatorios institucionales y que también sean capaces de alcanzar un equilibrio entre acceso y privacidad, derecho a la información y derechos económicos, respeto de la propiedad y control del patrimonio cultural local y sus tradiciones en formato digital.
La conservación digital debe ser una prioridad de desarrollo y es indispensable invertir en infraestructura para garantizar la fiabilidad de los registros digitales así como su accesibilidad a largo plazo. 
La educación y los programas de formación deben ser desarrollados para dotar a los profesionales de la información de la capacidad para implementar prácticas adaptadas a las necesidades de los gobiernos y los ciudadanos. 
ARGUMENTACION
Es imprescindible establecer una hoja de ruta que proponga soluciones, acuerdos y
Políticas para asegurar una accesibilidad y una salvaguardia dignas de confianza. Este
plan debe respetar enteramente los derechos humanos y adaptarse a las prioridades
nacionales e internacionales, que incluyen el derecho a la información, la transparencia de esta y de la gobernanza, así como el gobierno electrónico.
CONCLUSION:  “la ignorancia, la negligencia o el desprecio de los derechos humanos son las causas de calamidades publicas y la corrupción de los gobiernos y de los dirigentes públicos”.

Teniendo en cuenta los desafíos presentes y futuros, se proponen las siguientes recomendaciones: 
a. Desempeñar el papel de promotor activo en la puesta en marcha de esquemas y prácticas de conservación digital, mediante el fomento de esta tarea en todas las formas apropiadas, entre las cuales la colaboración con otras agencias de las Naciones Unidas, fondos y programas; 
b. Apoyar activamente la labor de la comunidad internacional que integran las bibliotecas, los archivos y los museos a fin de establecer un marco legal internacional de excepciones y limitaciones de la propiedad intelectual que garantice la conservación y accesibilidad del patrimonio cultural digitalizado, así como la colección y el acceso a ese patrimonio de un modo culturalmente apropiado; 
c. Colaborar con asociaciones profesionales y otros órganos internacionales para elaborar planes de estudio de conservación digital e implementar programas de capacitación y propuestas educativas mundiales que refuercen las capacidades de gestión de la información digital por parte del personal de bibliotecas, archivos y museos; 
d. Crear un foro con todas las partes interesadas con el fin de discutir sobre la
estandarización de las prácticas de digitalización y salvaguardia y llevar registros en
formato digital; 
e. En cooperación con asociaciones profesionales internacionales y equipos de
investigación, plantear y publicar pautas, políticas y maneras de proceder así como
modelos de buenas prácticas en el ámbito de la digitalización y la salvaguardia digital; 
f. Promover la idea de que una buena gestión de la información digital digna de confianza es indispensable para un desarrollo sostenible y elaborar y poner en práctica una “agenda digital” bajo los auspicios del Programa Memoria del Mundo, a fin de incitar a las distintas partes interesadas, en particular a los gobiernos y profesionales de la industria, a invertir en infraestructura digital fiable y salvaguardia digital; 
g. Crear un programa de digitalización de emergencia destinado a preservar las colecciones documentales amenazadas por desastres naturales o conflictos armados, así como un programa para rescatar el patrimonio analógico y digital en riesgo de volverse inaccesible, o que ya lo es, debido al software o a los equipos obsoletos;
h. Fomentar el compromiso de los profesionales del patrimonio cultural que tienen
conocimientos sobre conceptos de informática forense, métodos y herramientas para
garantizar la obtención y conservación de información auténtica, contextualizada y
relevante, así como el acceso a ella.

BIBLIOGRAFÍA:

-       Declaración de Vancouver - La Memoria del Mundo en la era digital:
Digitalización y preservación.
-        “Derechos Humanos en la Era Digital”  - Nathalie Espitia, Fundación Karisma
-         Declaración Universal de Derechos Humanos.




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