- La navidad nos dicen es amor, sin embargo, el amor en esta navidad estara ausente, sera tan solo una hipócrita pose, con niños pobres sin paneton ni pavo que saborear mientras que nuestros políticos se ahogaran en abundante licor importado.
- Si los politicos, cumplieran con una pequeña parte de lo que prometieron antes de llegar al poder, seguro que veríamos menos niños desamparados.
Ella
es una niña, de 7 años, es una de las muchas niñas para quienes la Navidad es
como cualquier otra día, debido a su condición de pobreza, que lo obliga a
trabajar.
Recicla
basura en la Av. Tupas Amaru, paradero pollo, para contribuir a los ingresos de
su hogar. Con la venta de la basura reciclada, la niña, ayuda a la economía
familiar.
Lleva
años en este oficio, ya que el descansar un día significa no contar con un plato
de alimentos en la mesa de su hogar.
Para
ella, la navudad pasa desapercibida, ya que debido a la pobreza no puede
celebrar.
En Similar
situación viven los niños que reciclan en la Av. Túpac Amaru, paradero módulo de
justicia, trabajan reciclando, tienen la ilusión de tener un momento de alegría
en estas fiestas navideñas
Reciclan
vidrios y plásticos sin ningún tipo de protección y en horarios que van desde la
mañana hasta el atardecer sin la posibilidad de poder asistir a clases.
Lo
peor es, que lo acumulado allí no es solo basura. En esa basura viven y se
desarrollan toda clase de bacterias enemigos invisibles.
Lo
grave es que, el reciclaje de basura es una de las peores formas de explotación
infantil por que los exponen a contraer diversas enfermedades.
Otro
casi es de este niño de 9 años que trabaja como picapedrero. Nos confieza que
la pasa triste la Nochebuena. Nos acostamos temprano porque aunque el día
siguiente la gente no trabaje, vamos a trabajar porque hay que llevar dinero a la casa.
Los
niños picapedreros del AA HH Sol Naciente de Carabayllo, ubicado en la parte
alta de los cerros entre los Kms 16 y 22 carretera a Canta, estan expuestos a
accidentes, golpes, quemaduras, cortes, desprendimiento. Trituran las rocas del
cerro para venderlas como material de construcción a cambio de 19 soles por tres
días de trabajo en horarios de lunes a domingo de 7a.m. y 6 p.m., con el riesgo
de poder llegar a tener infecciones dermatológicas y bronquiales, trastornos
osteomusculares, y hasta fracturas por desprendimiento de piedras.
Estas
complejas situaciones contribuyen a que los derechos de niños y niñas sean
fácil y corrientemente vulnerados, privándoles del derecho a crecer en un
ambiente sano y protegido, en el que pueda desarrollarse plenamente.
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