HE AHÍ EL GRAN PROBLEMA DE LOS CIERTO Y DE LO INCIERTO; ES DECIR DE LO LÓGICO Y DE LO ILÓGICO; DE LA EXISTENCIA Y DE LA INEXISTENCIA, DE LO REAL Y E LO IRREAL; DE LO QUÉ ES LA VIDA Y DE LO QUÉ ES LA MUERTE; DE LO QUE ES LA NADA Y LO OBJETIVO DE LA REAL. ES QUÉ ACASO DEBO TENER CERTEZA DE QUE LO QUE VEO Y NO VEO ME DARÁ RAZONES PARA AMAR Y VIVIR AMANDO. QUÉ IRONÍA DEL DESTINO, O DE MI DIOS AMADO DESDE QUE NACIÓ HASTA LA ETERNIDAD PARA QUE SÓLO ME DIGAS, TÚ TERRENAL, CONVICCIÓN DE LO QUE NO SE VE. [...]
HE AHÍ EL GRAN PROBLEMA DE LOS CIERTO Y DE LO INCIERTO; ES DECIR DE LO LÓGICO Y DE LO ILÓGICO; DE LA EXISTENCIA Y DE LA INEXISTENCIA, DE LO REAL Y E LO IRREAL; DE LO QUÉ ES LA VIDA Y DE LO QUÉ ES LA MUERTE; DE LO QUE ES LA NADA Y LO OBJETIVO DE LA REAL.
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