Escrito por: Jose Alejandro Godoy
Signo de nuestros tiempos es lo ocurrido ayer y hoy en el Congreso de la República. Mientras Enrique Wong firmaba su “carta pase” a las filas de Solidaridad Nacional (que recupera un congresista), Perú Posible acentuaba su crisis con la salida de 5 parlamentarios, entre ellos, Cecilia Tait. En tanto que el fujimorismo anunciaba lista solitaria encabezada por Octavio Salazar para enfrentar a Freddy Otárola en la presidencia del Congreso y los muchachos de Acción Popular - Frente Amplio anunciaban su voto en blanco para la elección de la mesa directiva.
Con esta serie de cambios y soledades parlamentarias, conviene preguntarse como le fue a la oposición este año. Y la conclusión es que, si el gobierno careció de un vuelo político propio y acentuó su soledad, quienes están en la vereda de enfrente tampoco las tuvieron todas consigo. Aquí un repaso.
FUJIMORISMO: Tiraron un año completo por la borda con su concentración en el indulto a Alberto Fujimori. La agenda de punto único ha hecho que Fuerza Popular descuide otras áreas que le permitirían sobrevivir más allá del culto al líder (por ejemplo: seguridad ciudadana). Y si bien en las encuestas hacia el 2016 al fujimorismo no le va mal (ver artículo de Eduardo Dargent al respecto), comienzan a tener varios signos de desgaste. De hecho, su papel en la “repartija” ha sido tan fuerte que no se ha salvado de las críticas y la dupla Keiko - Yoshiyama insiste en flotar hasta la campaña electoral. Las críticas de El Comercio y Perú Económico sobre su actuación económica les pegan en el voto del sector AB. No se vislumbran cambios para el próximo año.
PERU POSIBLE: Sumido en la peor de sus crisis. Les es difícil pasar a ser oposición pura y dura porque el destino político de Alejandro Toledo está pegado con babas. Y ahora, más que un aliado fuerte del gobierno, ha terminado convirtiéndose en su FIM. El otrora partido centrista perdió peso, liderazgo, ascendiente moral y hasta su carácter de “mal menor” para un sector de peruanos. Graves interrogantes sobre si PP sobrevivirá más allá de 2016. La pregunta es si su padre político, Acción Popular, ocupará su espacio.
APRA: Alan García es quien ha tratado de ubicar mejor sus cartas. Golpeó fuerte al gobierno con la monserga de la “reelección conyugal” y hoy pretende establecerse como presunto “garante de la democracia” frente a lo que tratan de vender como “el autoritarismo humalista”. El problema para García es que, luego del escándalo de los narcoindultos, su credibilidad anda igual o peor que la que tuvo durante su gobierno. En el APRA nunca previeron que este caso creciera como creció. Y aún falta establecer las responsabilidades sobre el manejo político del tema BTR.
PARTIDO POPULAR CRISTIANO: El buen perfil ganado en la revocatoria lo han ido perdiendo en los últimos meses. En particular, la elección de altos cargos públicos los ha dejado en mal pie. Queda cada día más clara la rivalidad entre abogados de estudio y tecnócratas, con visiones distintas sobre la política en ambos bandos. Ni Lourdes ni Raúl Castro han podido resolver aún este dilema.
SOLIDARIDAD NACIONAL: Sus planes a largo plazo son tener un futuro mejor en 2014 y 2016. Aun no tienen del todo claro a cual de las dos elecciones irá Luis Castañeda Lossio. En SN dudan si seguir votando con el gobierno en el Congreso de la República, apoyar al APRA en 2016 o consolidar un juego propio con PPK. Mientras, los líos internos andan a la orden del día.
FRENTE AMPLIO: La coyuntura los ha ayudado. Al no estar en la repartija de la elección de los miembros del TC y del Defensor del Pueblo les permitió estar en las protestas, así como encabezar otras marchas contra otras políticas del gobierno. Sin embargo, las tensiones internas - tanto en lo programático como sobre los nombres de quienes postularán a las elecciones complementarias de Lima en noviembre - siguen siendo el principal peligro del nuevo proyecto de la izquierda peruana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario